Y nunca mejor dicho. Últimamente vemos en las noticias que los mercados están muy nerviosos, un día caen un 3%, otros días suben un 1%, y cada día hay una excusa diferente: el petróleo, la Reserva Federal, China y un largo etcétera de excusas que enmascaran la gran burbuja de deuda que se está gestando.
Pero no quiero entrar en excusas y verdades en estas palabras, sería una pérdida de tiempo para el inversor que lo único que quiere es ganar dinero, para eso estamos aquí. Pues bien, todo ese nerviosismo del mercado se está canalizando. Se está canalizando hacia una serie de activos que, tradicionalmente, se consideran como refugio.
Los activos refugios son aquéllos activos financieros que suben cuando todo el mercado cae. Es donde la mayoría de inversores depositan su confianza cuando las cosas se ponen feas. Por ejemplo, el dinero pasa de la renta variable a la renta fija, actuando ésta última como activo refugio.
Pero, actualmente, tenemos un problema, la renta fija devuelve unas tasas de rentabilidad muy bajas e incluso negativas, por tanto, esta situación se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para los grandes gestores de fondos de inversión. ¿Qué hacemos si la renta fija no ofrece rentabilidad y la renta variable no hay oportunidad? Pues está surgiendo una “oportunidad de oro”.
El oro es, desde que se crearon los mercados financieros, el activo refugio por excelencia. Quizás no le encuentre sentido pero realmente es bastante lógico. Tenga en cuenta que el dinero que circula hoy día es solo papel. Un papel que se imprime día a día en cantidades ingentes y que cada vez tiene menos valor (a las tasas de interés me remito).
Como el origen del dinero es el oro, los inversores tienen miedo a invertir en algo tan intangible como el dinero, y es que el 99% del dinero que existe en el mundo no existe, solo el 1% está en nuestro bolsillo. Ante esta desconfianza de invertir en algo tan intangible como el dinero, los inversores se lanzan a invertir en activos como el oro.
Pero ocurre un problema, si vemos el índice general que marca el ritmo del mercado de las materias primas el Thomson Reuters CRB Commodity Index (L:CRBL), vemos que las materias primas son un desastre:
Como se puede observar, su comportamiento desde 2012 ha sido una caída empicada de todas las materias primas, acentuándose en 2015 con la acusada caída del petróleo.
No obstante, dentro de este índice que referencia todas las materias primas, hay ciertos sectores, como por ejemplo los metales preciosos. Si comparamos el comportamiento de este sector con respecto al índice general, nos llevamos una grata sorpresa:
Se comporta mucho mejor que el índice general desde julio de 2014. No obstante, este comportamiento no quiere decir que sea el momento de tener posiciones alcistas, lo que quiere decir es que algo está cambiando, y que dentro de este sector, podemos encontrar oportunidades, como por ejemplo el oro:
Aquí se observa claramente cómo el oro se comporta mejor que la media del mercado desde julio de 2014, pero aún más interesante es ver cómo en 2016 está empezando a adquirir una tendencia alcista, con una media de 30 semanas tornándose al alza.
Vigilemos de cerca el oro, porque se avecinan tiempos difíciles para los mercados…